En la antigüedad se creía que era antinatural, más ahora se sabe que, lógicamente, es de lo más natural.
Además de los humanos, otras especies animales se aparean con los de su mismo género. Pero también las hay que cambian de sexo, ya sea de forma natural o fingiendo serlo.
1.- Serpiente listonada.
Las serpientes del género Thamnophis tienen una peculiar forma de apareamiento que pareciera de película para adultos.
Las hembras segregan una feromona especial que atrae a los machos, solo que es tan fuerte que estos salen de sus nidos enloquecidos por aparearse.
Una vez llegan a las hembras, forman unas bolas de apareamientos donde machos y hembras procrean orgiásticamente.
¿Pero dónde entra lo transexual?
Pues algunos machos segregan la misma feromona imitando a las hembras y son rodeados por hordas de machos buscando copular.
¿El motivo de esto?
Los científicos opinan que se debe a que las hembras tienen mayores probabilidades de sobrevivencia en una bola de apareamiento dado que están ubicadas en el centro y están protegidas de otros depredadores.
Algunos machos viendo esta ventaja imitan a las hembras con ese fin, además de lograr mayor calor corporal y así poder arrastrarse de forma rápida.
2.- Hiena manchada.
Sí buscas identificar el sexo de una hiena no te bastará con mirar entre sus patas ya que, dado que las hembras tienen falsos penes, todas te parecerán machos.
¿Falsos penes? Así es, el clítoris de las hembras es tan grande que asemeja un pene y puede estar erecto como un pene real.
También las hembras tienen contacto con él. Sí se cree que el estatus del poder subyace en el pene, las hienas son un extraño ejemplo de ello pues las hembras con los «miembros» más grandes dominan la manada, además de que las hembras son más dominantes y violentas que los machos.
3.- Pez payaso.
Por difícil de creer que parezca, los peces payaso cambian de sexo. Al nacer son machos, pero al llegar a una edad más avanzada se convierten en hembras.
También puede suceder esto sí la hembra del grupo ha muerto, pues un macho la sustituirá para continuar con la procreación.
4.- Turbelario (planaria).
Estas babosas marinas tienen una forma muy extraña de definir su género.
Cuando buscan aparearse, ambos tuberlarios entablan una lucha de miembros buscando cada uno inseminar al otro.
5.- Rana Rugosa.
¿Recuerdan que en Jurassic Park se usó ADN de rana para completar el código genético de los dinosaurios y que después los dinosaurios se reprodujeron por el ADN de la rana?
Pues es cierto, la rana rugosa puede cambiar de sexo, pero depende del balance de la población de ranas rugosas, si este balance se altera la rana puede perder sus genitales y generar unos nuevos.
La naturaleza puede sorprendernos, pero no es estúpida, cada una de estas especies funciona dentro del ecosistema y gracias a sus variaciones han logrado dar diversidad a la fauna del planeta.